Corrupción en CDMX, Culpa del Pasado
El Índice Mundial de Percepción de la Corrupción coloca a México en la posición 140 de 180 países que se someten a esta medición y que en 2024 le asignaron a nuestro país la peor calificación en su historia, donde el gobierno es visto como el principal responsable de la corrupción y el lugar dónde ocurren más estos actos.
El tema no es menor, la corrupción en México es un problema grave que afecta a todos los niveles del gobierno y a nuestra sociedad, a pesar de los discursos gubernamentales que sostienen una narrativa de combate a la misma, eso no ha sucedido y quizá, estamos en uno de los peores momentos si de corrupción hablamos.
Y es que, el discurso del gobierno federal sobre los responsables de la corrupción gira insistentemente no sólo en torno a los funcionarios públicos del pasado, sino también a grupos empresariales, medios de comunicación y organizaciones de la sociedad civil. En el discurso oficial, estos actores se han aprovechado de la corrupción y la han alimentado. Es decir, la narrativa es convertirlos en responsables y negarse a aceptar que el culpa de ellos.
Pero vale la pena enfocar que el grupo político de izquierda que sigue liderando Andrés Manuel López Obrador, hoy por medio de Morena, y lleva 27 años gobernando la Ciudad de México. Y a pesar de ello, la culpa de la corrupción en el gobierno capitalino es de figuras «del pasado».
Existen 7 mil 266 denuncias contra servidores públicos por presuntos actos de corrupción, lo que coloca a la capital mexicana como una de las ciudades con mayor registro de casos en el continente, al lado de Porto Alegre en Brasil, Guayaquil en Ecuador y Caracas en Venezuela; ó al nivel de ciudades en países como Sudán del Sur o Somalia.
Nashieli Ramírez Hernández, secretaria de la Contraloría General de la Ciudad de México, compareció ante el Congreso capitalino y «dió la nota» con la revelación del número de servidores públicos de todos los niveles y de diversas dependencias del gobierno de Clara Brugada que se encuentran bajo algún tipo de procedimiento por parte de la Contraloría.
«La mayoría de las quejas ocurren en las alcaldías y muy pocas en las dependencias del gobierno central», sostuvo la funcionaria que forma parte de esa corriente que gobierna la Ciudad de México desde 1997.
Como dato adicional al número de funcionarios sometidos a proceso, la Contraloría recibió 5 mil 204 quejas en el primer año del actual gobierno, y reflejan el reclamo ciudadano por la falta de eficiencia en el servicio público.
Sobornos, nepotismo, fraude, malversación de fondos, colusión, tráfico de influencias y extorsión, son algunos de los casos que forman parte de la praxis diaria en el Gobierno de la Ciudad de México, aunque las autoridades se niegan a aceptar la evidente responsabilidad que tienen en ello.
No solamente se trata de iniciar investigaciones, para después cerrar y archivar los casos, sin imponer sanciones, deslindar culpas y fincar el resarcimiento a la falta cometida; se trata de que se combata la corrupción a fondo y se den verdaderos escarmientos.
Existen organizaciones no gubernamentales (ONG), que se dedican a la lucha contra la corrupción, a través de la promoción de la transparencia, la rendición de cuentas y la integridad en los gobiernos y las instituciones públicas. Sin embargo, en la actualidad los gobiernos morenistas no pelan a éstas agrupaciones.
Porque ya lo dijo Kofi Annan: “Si la corrupción es una enfermedad, la transparencia es una parte medular de su tratamiento”. Deseamos una cura.
*Periodista / Tlaxcala