Al menos 710 personas han muerto en la isla indonesia de Sumatra (oeste) debido a las inundaciones más severas del año en Asia, que dejan además 507 desaparecidos y más de un millón de evacuados.

La Agencia Nacional para la Gestión de Desastres (BNPB) de Indonesia duplicó el número de desplazados respecto al lunes, cuando registraba poco más de medio millón de personas desalojadas en las provincias de Sumatra Septentrional, Aceh y Sumatra Occidental.

El temporal ha afectado a unos 3,3 millones de personas en esas provincias que, en conjunto, albergan a más de 20 millones de ciudadanos, mientras que el balance de heridos, algunos de ellos de gravedad, se acerca a los 6.200.

Además la Agencia cifra en unas 9.000 las casas que han sufrido daños, 3.600 de las cuales quedaron totalmente destruidas debido a desbordamientos de ríos y deslizamientos de tierra.
Escuelas y puentes destruidos por el temporal

Asimismo, el desastre también destruyó al menos 323 escuelas y 299 puentes, mientras las autoridades siguen cuantificando daños y víctimas en 50 distritos que se vieron especialmente afectados.

El mandatario indonesio, Prabowo Subianto, visitó el lunes algunas comunidades de Sumatra del Norte, donde autoridades locales han solicitado al Gobierno la declaración de desastre nacional, algo que ha sucedido en solo tres ocasiones en las últimas tres décadas -incluida la pandemia de la covid y el tsunami del océano Índico en 2004.

Las pérdidas en las zonas devastadas se calculan en los 4.000 millones de dólares hasta este lunes, cuando las inundaciones, vinculadas a las copiosas lluvias provocadas por el monzón y un inusual ciclón tropical que impactó a la isla la semana pasada, comenzaron a ceder solo en algunas zonas.
Situación en Tailandia y Sri Lanka

En Tailandia, donde el agua sigue retrocediendo, continúan las labores de limpieza, con un balance de 181 muertos y pérdidas multimillonarias en varias provincias del sur.

Entretanto, las devastadoras inundaciones que también sumergen a Sri Lanka han dejado más de 400 muertos y 336 desaparecidos, con la nación insular bajo alerta por un incremento del riesgo de enfermedades infecciosas a medida que las aguas contaminadas y el lodo cubren extensas zonas del país.

Más de 1.3 millones de personas se han visto afectadas por el temporal en la isla y más de 200.000 continúan desplazadas en refugios temporales, según el último balance del Centro de Gestión de Desastres (DMC).

Además, las autoridades sanitarias advirtieron de un incremento del riesgo de dengue, diarrea y leptospirosis, e informaron de que varios hospitales operan con limitaciones debido a los cortes de electricidad y la falta de agua potable.

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