La periodista rusa Marina Ovsiannikova, que se dio a conocer al irrumpir en un noticiero ruso para denunciar la ofensiva de su país en Ucrania, rechazó la propuesta de asilo del presidente francés, Emmanuel Macron, porque “no quiere dejar” Rusia.

“No quiero dejar nuestro país. Soy una patriota, mi hijo lo es aún más. En ningún caso queremos irnos, no queremos irnos a ningún lado”, declaró en una entrevista con la revista alemana Der Spiegel, difundida este miércoles por la noche.

El presidente francés se había declarado dispuesto a ofrecerle “protección consular” a Ovsiannikova, en la embajada o concediéndole asilo.

La mujer, de 43 años, irrumpió el lunes por la noche durante la emisión del telediario más visto de Rusia, el de la cadena Pervy Kanal, en la que trabaja como productora, con una pancarta que criticaba la operación militar de Rusia en Ucrania y denunciaba la “propaganda” de los medios controlados por el poder.

Fue detenida, multada y liberada. Sin embargo, podría ser acusada por lo penal y ser condenada a fuertes penas de cárcel, en virtud de una ley reciente que reprime cualquier “información falsa” sobre el ejército ruso.

“¡Esto es una guerra contra un pueblo hermano! Nadie que esté bien de la cabeza puede aceptarla”, explicó la mujer, nacida en Odesa (Ucrania), de padre ucraniano y madre rusa.

Ovsiannikova consideró que su acción “fue ante todo un acto pacifista: tanto a Rusia como a todo el mundo le interesa terminar lo más rápidamente posible con esta guerra”.

“También quería mostrar que los rusos también están contra esta guerra, algo que mucha gente en Occidente no entiende. La mayoría de la gente inteligente y educada de aquí se opone a esta guerra”, recalcó.

Según dijo, preparó su protesta sola y no le habló de ella ni a sus amigos ni a su familia.

“La mayoría de la gente que trabaja para la televisión nacional entiende muy bien lo que está pasando (…) No son propagandistas convencidos”, apuntó, declarándose “feliz” de que varios periodistas rusos de cadenas públicas hayan dimitido en los últimos días en señal de protesta por las restricciones a la información.