El Espacio Cultural San Lázaro, que dirige Ismael Carvallo Robledo, realizó el conversatorio virtual “El imaginario de la caricatura en la prensa mexicana”, en el que se analizaron diferentes cartones de los siglos XIX y XX publicados en diversos periódicos que plasmaron hechos, hoy históricos, que contribuyeron a la consolidación y transformación del sistema político mexicano, la democracia y las instituciones.

Carvallo Robledo explicó que este conversatorio se impartió en el marco de las Jornadas Villistas, en las que se han abordado distintas aristas de la Revolución mexicana, tomando como figura de anclaje al Centauro del Norte, en el centenario de su fallecimiento.

Consideró que, sin perjuicio del análisis de periodos lejanos en el tiempo, llama la atención que hay todavía un curso problemático en el país que permite desarrollar caricaturas interesantes utilizando elementos de crítica, de detección de contradicciones y, a partir de ellas, plasmar estos planteamientos.

Carvallo Robledo refirió que existe una tradición muy importante de la gráfica en México, pues para hacer caricatura se necesita una desarrollada capacidad crítica, de abstracción y un sentido dialéctico muy bien afinado, para hacer el planeamiento en poco tiempo y espacio; “por eso es tan interesante la caricatura”.

En su oportunidad, Miguel Ángel Rosas, doctor en Historia del Arte y curador del Museo Legislativo “Sentimientos de la Nación”, explicó que en el conversatorio se abordó el periodo previo a la Revolución mexicana y la propia Revolución, así como el levantamiento armado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional en 1994, con puntos de convergencia para entablar un diálogo y lograr un análisis profundo de la caricatura política de esas épocas.

La historia se debe analizar desde una perspectiva iconográfica

A su vez, la doctora en Historia del Arte, Gretel Ramos Bautista, presentó un panorama general de la caricatura para conocer cómo sus protagonistas tuvieron una reconfiguración o reivindicación al pasar de villanos a héroes, lo que supone e implica un cambio en el discurso histórico y gráfico.

Destacó que el conversatorio permite analizar y cuestionar la necesidad de escribir la historia desde la perspectiva iconográfica y explicó la evolución de la caricatura política en el Siglo XIX y principios del XX, por su crítica a personajes históricos como Juárez, Porfirio Díaz, Zapata y Villa, así como la importancia de esas representaciones gráficas en la consolidación y/o transformación del gobierno.

Agregó que los cartones contienen representaciones que siguen vigentes y mantienen diferentes recursos iconográficos como en el siglo decimonónico, que perviven.

La caricatura es una crítica de los acontecimientos históricos

Por su parte, el doctor en Historia, Gustavo Pérez Rodríguez, expuso que la caricatura tiene la virtud de ser reproducida en hojas sueltas, periódicos y medios electrónicos, con el propósito de atrapar al lector, plasmar un fragmento de la realidad en el que da el apoyo o critica a un movimiento, acontecimiento o gobierno.

Subrayó que esta profesión no puede ser desempeñada por cualquiera, ya que se requiere de gran bagaje cultural para hacer una crítica de los acontecimientos actuales.

Apuntó que la caricatura ha permitido que un hecho histórico, como el levantamiento del EZLN se plasme a través de trazos y humor, con el principal objetivo de hacer una crítica o sátira de problemas sociales y políticos, y tomar como sustento moral a personajes de trascendencia nacional, como Francisco Villa y Emiliano Zapata, para hacer comparaciones del acontecer actual del país.

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