• Está asociada a la pobreza de alimentación, obesidad y sedentarismo que aumentaron durante la pandemia de Covid-19

Las enfermedades renales aumentan en México y afectan a 12.2% de la población del país. Además, se calcula que el 15% de la población padecerá alguna de ellas en el próximo quinquenio, aseguró Horacio Cano, director médico de Renium, clínica de la Enfermedad Renal Crónica y centro de investigación en nefrología.
De acuerdo al especialista, las enfermedades del riñón se asocian en gran medida a la mala alimentación: alta ingesta de grasas, azúcares y comestibles altamente procesados.
“Actualmente el 35% de las personas con diabetes padecen una Enfermedad Renal Crónica (ERC) y es una de las principales causas de atención de urgencias y hospitalización, además de estar entre las principales causas de muerte en el país”, mencionó Cano.
Desafortunadamente, se trata de una enfermedad “silenciosa”: cuando se detecta el paciente ya tiene el 70% de insuficiencia renal, aseguró el nefrólogo.
“ERC es paradójica: aparece por la pobreza en la alimentación y el costo de tratamiento implica inversiones muy altas por medicamento, trasplantes, consultas, estudios de laboratorio, dietas y hemodiálisis. El costo varía de 1,530.61 a 6,178 pesos mensuales por cada paciente”, mencionó el director médico de Renium.
En Chiapas, esta enfermedad se disparó y actualmente 8,067 pacientes necesitan el auxilio vital de una terapia de remplazo renal (TRR). “El 63.5% son pacientes de 20 a 64 años, es decir, población económicamente activa”.
El nefrólogo invitó a la población en general a cuidar hábitos alimenticios y checar sus niveles de glucosa y triglicéridos periódicamente porque “las enfermedades del riñón resultan irreversibles y peligrosas. Están asociadas a otros males crónico degenerativos como la diabetes e hipertensión”, aseguró el médico.
La prevención, concluyó Cano, es el mejor antídoto contra la enfermedad renal que está asociada a dos males en ascenso en el país: obesidad y diabetes, ambas relacionadas a la pobreza alimentaria. Este factor presentó un sensible aumento a raíz del confinamiento derivado del confinamiento por Covid-19. El sedentarismo también tuvo un impacto notable en las ERC”.